La alcaldesa de Madrid, Ana
Botella, ha anunciado en el Palacio de Comunicaciones de Madrid que la envidia
será “modalidad de competición olímpica en 2020”, en caso de que la capital
española sea elegida sede de las olimpiadas de dicho año.
Alejandro Blanco, consejero
delegado de la candidatura, ha respaldado la propuesta de la alcaldesa: “es una
magnífica oportunidad para internacionalizar el deporte más popular de este
país. Como característica tradicional de nuestro pueblo, la envidia es algo que
los españoles no hemos de ver como un defecto, sino como una seña de identidad
que nos distingue orgullosamente del resto de las naciones del mundo.”
Ana Botella ha subrayado las
ventajas que tendría la nueva hipotética modalidad: “por primera vez no sería
necesario separar a hombres y mujeres de la competición. La envidia es una
competición homogénea e igualitaria, todos podemos ponernos a parir por igual”.
Aunque reconoce que España sería primera potencia en la competición, quiso
destacar que “muchos sudamericanos, por ejemplo, tendrán la oportunidad de
convertir sus sentimientos hacia la selección española de fútbol en una medalla
de oro.”
Pese a la discreta recepción que
ha recibido la propuesta en países como Nepal, donde el Dalai Lama ha afirmado
desconocer por completo “en qué consiste esta modalidad”, otros países la han
recibido como aplausos. Michel Platini sostiene que su país, Francia, también
sería potencia en la modalidad, ya que “basta con ver la cara que se nos queda
cada vez que Nadal gana otro Roland Garros o Contador se lleva un Tour de
Francia”, mientras que el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Un, ha afirmado
que “mi insondable complejo de inferioridad tendrá al fin una aplicación útil.”
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